sábado, 8 de mayo de 2010

QUERIDA MAMA

Mamá















Estaba oscuro...


Solo el rayo de la luz de tus ojos.


Me enseñaste a respirar


y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.


Soñaba con colores


y te imaginaba hermosa,


fueron nueve meses en un mundo rosa.


Crecí de a poco con tu calor


me alimentaba con tus caricias


y frases de amor.


El momento llegaba


iba a conocerte,


estaba muy protegida


con miedo de perderte...


Se hizo la luz


una mañana de febrero,


mamá ahí estabas tú


tan maravillosa y tan dulce


como te había imaginado.


Aprendí con el correr del tiempo


y en mis andanzas peligrosas


de cada uno de tus consejos


valorados en cada acto


de mis diecinueve años,


y soñando cada vez


que me encuentro lejos,


con tus palabras


que envuelven mis vivencias


y acobardan los miedos


de mi juventud.